Si hay algo en lo que pierdo el tiempo a la hora de hacer los post, son las presentaciones. Busco la perfección, aunque no la consiga, que sea apetecible y sobre todo, sorprender. Todo, para mejorar el plato, pero a veces, es mejor dejar de lado todo eso y apostar por la receta.
Su elaboración es muy sencilla. Lo primero que hay que hacer es marcar los lomos de salmón en una sartén con aceite de oliva. No se tienen que hacer del todo, ya, que después, se terminarán de cocinar con la salsa y así estará más jugoso.
Aparte, en una cazuela, se pocha la cebolla, se añaden las espinacas, cocidas previamente, y se vierte un chorro de vino blanco. Mientras reduce, rallamos una cuña de queso, ¿ Cuanto? Pues hasta que nos duela la muñeca.
Se añade el queso y un vaso de nata liquida y dejamos cocinar unos minutos. Para terminar, disponemos los lomos de salmón sobre la salsa y lo cocinamos otros diez minutos.
Una semana más con muchas cosas en la cabeza que espero poder llevar a cavo.
Gracias por las visitas
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